
Tampoco nos costó entrar al recinto. Fue llegar a la puerta y pasar directamente, sin colas. Cosa que nos sorprendió porque vimos que más adelante, la gente se apiñaba formando una cola de espanto. Debimos entrar por una puerta que la gente no conocía.
No nos pusieron pulsera... y me reventó, porque ya no tengo una de la 1ª edición del festival que añadir a mi colección.
La primera impresión fue la de un recinto pequeño para albergar a tantísima gente. Se esperaba una asistencia de unas 50.000 personas, las mismas que en el BBK Live de 2007 (que estaba petado) por lo que nos pareció que no andaban muy sobrados de espacio. Y también echamos en falta un espacio donde la gente pudiera sentarse y descansar (que me hubiera hecho falta), pero s diferencia de la mayoría de festivales, no tenía ni una zona verde o campa, así que en ese aspecto se quedó muy cutre.
Sin embargo hay que decir que la zona de WC era inmensa, así que en ningún momento tuvimos que hacer cola para mear, que es lo habitual en estos festivales.
También hay que felicitar a la organización por la cantidad de personal contratado en las barras, que fue realmente eficaz y suficiente.
Lo primero que hicimos fue comer algo. Había sólo una carpa de alimentos, donde había bocatas, patatas, kebab. No es que estuviera para chuparse los dedos, pero se podía comer.
El día estaba un poco chungo metereológicamente hablando. Todo el camino desde Bilbo hasta Madrid lo hicimos con el cielo plagado de nubarrones negros y en algunos puntos incluso lluvia, por lo que la intriga de si iba a llover o no estaba siempre presente, y no era nada alentadora.
De hecho, llevé el paraguas este verde asqueroso que huele a retenido, pero me hizo su servicio, ya que en cuanto aparcamos empezóa jarrear, y no lo guardé hasta el primer concierto.
También hubo algo bueno, que la zona de conciertos estaba asfaltada. Gracias a eso evitamos enfangarnos hasta las rodillas.
La zona del campingo no sé cómo estaría de barro, pero por lo que oí no hubo grandes problemas. De pasada con el coche pudimos verla y estaba protegida por árboles.
Así que después de cambiar la pasta por monedillas festivaleras, fuimos a cambiar una por un katxi de kalimotxo, el que por cierto, costaba 8 euros, así como el de cerveza, o sea, nos robaron a la cara. Además, el kalimotxo estaba de pena, con 3 kg de hielo.
En el escenario que estaba protegido por la carpa estaban tocando MOS cuando llegamos, pero no vimos nada. anteriormente habían tocado en ella Nothink, que tampoco vimos.
Así que nos dirigimos al escenario principal, donde tocaban los grandes grupos del día, y donde empezaba el concierto de Biffy Clyro a las 17.20. Lo vimos desde primera fila, ya que aún no había mucha gente disfrutando de los directos, y no me pareció gran cosa. Me sorprendió que mucha gente se sabía los temas, y me di cuenta de lo paleta que soy, ya que no sabía ni que este grupo existía. Me recordaron a Millencolin, a los que fuimos a ver después de estos.

Millencolin ya estaba lleno. Fue nuestro punto de encuentro con Ramón y Jorge, que venían desde Valencia sobretodo para ver a Rage Against the Machine. El concierto de Millencolin estuvo bien, aunque eché de menos varios temas míticos. Lo peor de este concierto fue que lo vimos desde un lateral, aunque en primera fila, por lo que no sacamos grandes fotos. Nos fuimos de este concierto antes de que acabara para ir cogiendo sitio para Serj Tankian, que era el concierto que quería ver antes de ningún otro, aunque hubiera bandas como Rage, Offspring y otras que llamaban más a las masas.



En el escenario de la carpa tocaban ahora los hermanos Cavalera con The Cavalera Conspiracy. Fue divertido imitar sus berridos, pero eso fue todo, no es un estilo de música que me apasione, suele gustarme entender lo que dicen y no es el caso. Pero bueno. Mejor esto que otra cosa.
Fuimos corriendo a pillar sitio para ver a Iggy pop & The Stooges, aunque sorprendentemente ya era tarde, estaba todo lleno y fue imposible acercarse. Nos quedamos a la altura de la mesa de sonido. El concierto, en su línea. Iggy sin camiseta, mercando pellejín y gozándola. Por lo que oí, debió tirar unos amplis al suelo, pero yo, lógicamente, desde tan lejos no vi nada. Fue divertido.

Por supuesto, nos encontramos a Lander, currando como siempre grabando los conciertos, al que nos encontramos en todos los festivales.
Cuando acabó The Offspring pensé que me moría de dolor, tenía los pies y las piernas hechas polvo, así que decidimos salir fuera para buscar un sitio para sentarnos que nunca encontramos, y en ese trayecto nos encontramos con los míticos de siempre: Javi Loko, Dopi, Tom... Por cierto, en cuanto llegamos al festival, yo, la miope, vi a Joanan, un chaval de Valencia que conocimos el años pasado en el BBK Live. Nos hizo mucha ilusión volver a verle allí.



El balance del festival ha sido positivo, aunque mejorable. Last Tour International sigue cuidando poco el sonido, que es lo más importante en un concierto, así que nunca suenan tan bien como debería. Miedo me da el BBK Live de este año, que como sea como el anterior, vamos apañados...
Nos metimos a la cama sobre las 4 de la madrugada y descansamos de lo lindo, preparándonos para ir al día siguiente descansados a Madrid, donde habíamos quedado con colegas para salir por ahí. Pero eso es otro tema que no está relacionado con la música, y que habrá que visitar en mi página de Viajes.
¡Un beso a todos!